Las brujas.
Hace mucho tiempo, en un lejano país, había tres brujas que tenían magia y eran muy malas. Una noche, estaba un perro por el bosque y las brujas llamaron a los lobos.
Los lobos mordieron al perro y le salía sangre.
Después las brujas dijeron: "¡Que las nubes sean negras para siempre! ¡Ja, ja ja!"
Cuando la gente salía a la calle todo estaba oscuro y sólo podían oir la risa de las brujas.
Darina
Cuento de chupar.
Era de noche en un castillo. Una niña fue a abrir la puerta de ese castillo. Cuando la abrió ... estaba llena de arañas y de repente... Aparecieron una bruja, Frankestein, esqueletos, etc. etc. y las momias fueron a por ella. Le chuparon la sangre y el cerebro y la convirtieron en una ellas.
Marina
La casa encantada.
Érase una vez hace muchos años, en un pueblo, el día de Halloween cuando los niños iban a pedir caramelos nunca se atrevían a ir a la gran casa. Decían que esa casa estaba encantada. También decían que había vampiros, fantasmas, esqueletos, zombies, brujas... y que ¡estaban vivos! ¡No eran muñecos ni disfraces!
Hasta que un valiente niño decidió acercarse, entró y desde entonces no ha salido. Así lleva más de 999.000 años.
Julia.
Mi niñera es un vampiro.
Había una chica adolescente que tenía un novio vampiro, pero ella no lo sabía y, como no lo sabía, le mordió y se convirtió en una candidata a vampiro. Pero sólo se convertiría en vampiro si bebía sangre humana. Como no tenía dinero, tenía que trabajar y su empleo era ser niñera. Pero esto le resultaba un poco difícil, cuando una es candidata a vampiro.
Una noche se fue a trabajar de niñera. Empezó a cuidar a dos chicos adolescentes pero ellos decían que no necesitaban niñera.
Los chicos la vieron una noche en un callejón transformada en vampiro y se asustaron muchísimo. Pensaban que ella se los iba a comer pero ella no tenía intención ni de comérselos ni siquiera de morderlos. Así que al final, se hicieron muy amigos.
Ricardo y Rocío.
La mansión encantada.
Había una mansión en Piedrabuena y un día fuimos a visitarla mi primo Aarón y yo. No vivía nadie, pero cuando entramos, las puertas y las ventanas se abrían y se cerraban, las sillas empezaban a moverse solas y se descubrió que era una mansión encantada. Y desde entonces, nadie más volvió a visitar ese lugar jamás.
David
La casa encantada.
Erase una vez una bruja que paseaba de pueblo en pueblo y miraba en las casas buscando fantasmas y si eran personas se las llevaba volando con su escoba hasta la casa encantada.
Era un castillo muy grande donde había lagartos, ratas, serpientes, gatos, murciélagos, gusanos y ciempiés. Estaban en el suelo y en la pared. Con ellos se fabricaban recetas muy variadas que regalaban a las personas. Cuando alguien se negaba, le decían que eran pastillas contra el veneno de un animal que le había picado. Cuando se tomaban la pastilla, se quedaban dormidos y se convertía en fantasma. Así hasta que toda la gente de ese pueblo quedaba transformada en fantasma.
Tasio
Daniel el de las llamas.
Érase una vez un niño que se llamaba Daniel. Un día, salio a dar un paseo. Daniel iba paseando triste y solo. Hasta que un monstruo le prendió fuego y se convirtió en llamas. Y un día tras otro se iba haciendo cada vez más grande. Y colorín colorado, este cuento se ha acabado.
Niia.
Había una vez un castillo entre los árboles. En el castillo había vampiros, demonios, fantasmas, murciélagos y brujas. El día de Halloween un niño tocó a la puerta y le abrieron.
- ¡Hola! ¿Truco o trato?
Lo metieron en el castillo y se lo comieron.
Otra vez, tocaron a la puerta. Era una niña.
- ¡Hola! ¿Truco o trato?
- ¡Entra! ¡Entra!
Pero la niña daba tanto miedo que en lugar de comérsela la metieron en su grupo.
Andrea H.
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